viernes, 25 de julio de 2014

UNA TRAGEDIA EN LAS FIESTAS PATRONALES DE APASTEPEQUE




Esmeralda María Landaverde Ramos, como todos los “cubanos”, como suelen ser llamados los habitantes de Apastepeque, seguramente quería disfrutar de las fiestas patronales de su pueblo.

A sus 38 años se subió al Trabant acompañada de su hijo. Según explican las fuentes, la mujer pudo haber sufrido un ataque de nervios, lo cual la llevó a retirar los seguros del asiento del juego mecánico que suele hacer fuertes movimientos y por la fuerza fue lanzada a la plataforma de la máquina y además del golpe mortal, la máquina misma le trituró el cuerpo.

Este hecho pone luto en un ambiente de fiesta, en un pueblo que ha sabido dominar la violencia a fuerza de cultura y religiosidad popular.

miércoles, 16 de julio de 2014

DAVID, EL NIÑO QUE MURIÓ DESPEDAZADO Y CUYO ENTIERRO FUE PROFANADO

 Familiares de David, el día del entierro. Foto D1. Salvador Sagastizado.
Fuente: Diario1.

Al niño de 11 años no sólo los pandilleros de la 18 lo partieron en pedazos. Otra pandilla, la MS, no respetó su entierro. Querían asesinar a otro joven.

Aunque en su oficio poco lo conmueve, esta vez el ayudante de la funeraria lloró desconsoladamente. Para meter en el ataúd a ese niño, debieron remendarlo y juntar sus pequeñas partes de nuevo.
Los mareros no tuvieron escrúpulos. Mucho menos mostraron una pizca de piedad cristiana. A David Ernesto Orellana, el niño de 11 años que un grupo de mareros asesinó en una comunidad del cantón El Limón, en San Pedro Perulapán, lo dejaron como si fuese un picadillo humano.
Esto no es amarillismo. Pero a ese niño le cortaron la cabeza, le mutilaron sus manos y le arrancaron su tronco. Por eso es que el ayudante de la funeraria lloró sin tregua cuando se propuso reconstruir el cuerpo para que, al menos, su abuela lo pudiera ver entero. De ese tamaño es el problema de violencia en el país.
Dicen que el niño pudo salvarse: su madre envió $16 mil al país para que un coyote se lo llevara para Estados Unidos.
Pero el día que el coyote pasó por él, y su hermana, David no quiso subirse al auto. Dijo que se quedaría para cuidar lo poco que le quedaba: su abuela, la misma que se desmayó el día que lo sepultaron y ahora dice que no quiere vivir más.
Su hermana sí se fue con el coyote para Estados Unidos, aunque no sé si llegó o no a ese territorio.
Pero muchos creen que si hubiese acompañado al coyote, quizá estaría vivo.

Ni siquiera un entierro tranquilo

Familiares y amigos del niño, durante el entierro. Foto D1. Salvador Sagastizado.


Yo estuve en el entierro de David. Ahí supe, entre la gente, hechos que nadie ha narrado sobre ese niño. Una pandilla lo mató y, sin saber hasta el momento por qué, otro grupo pandilleril −la MS− intentó impedir que sepultaran el cuerpo.
Ahí, en el cementerio, escuché a la rendida abuela decir, sobre una piedra: “si yo dejo de comer, bien me muero en un año. La verdad es que yo ya me quiero morir”. Esto fue el domingo, cuando partió el cortejo fúnebre que acompañó el cuerpecito de David.
El ataúd era seguido por una caravana de seis vehículos, incluso hasta un autobús del que me colgué. Unas 120 personas caminaban detrás del cuerpecito. La gente se conmovió. Los lugareños fueron al sepelio.
Luego subimos cuesta arriba durante unos 15 minutos. Más tarde, el féretro era acomodado en unas patas metálicas, mientras un pastor comenzó a decir:” El niño no está muerto. Está en las manos del Señor. El tiene vida eterna”.
Unos cantaban. Otros lloraban. Algunos niños, amigos de David, me conmovieron. Una niña, de piel morena, decía: “yo me quiero ir con él. ¿Por qué se lo llevó Dios?”
Su madre le respondía: “Davicito quiere que usted estudie y desde el cielo la va a cuidar”.
Después, los empleados de la funeraria dieron la orden de depositar el ataúd con la ayuda de dos sogas. Pocos segundos después se desmayó la abuela de David.
Pero, de pronto, estalló el caos. El ambiente se cargó de angustia y tensión. No había nadie sin los nervios perturbados. Confieso que los míos visiblemente se alteraron.
La abuela de David es auxiliada por familiares. Foto D1. Salvador Sagastizado.


Y todo eso ocurrió cuando alguien dijo que abajo del cementerio estaba estacionado un pick up con mareros armados de la Mara Salvatrucha (MS).
Entonces estallaron los gritos de algunos:
-“¡Ay Dios mío, nos van a matar!”, gritó una anciana. “Se quieren llevar a uno de nosotros”, dijo otra mujer.
Esos pandilleros no respetaron, siquiera, el entierro, así como tampoco el dolor de los familiares de David, a quien la pandilla rival (la 18) mutiló con toda la saña junta.
Ante la alerta, unas 30 personas se adelantaron y comenzaron a salir del cementerio: “Por Dios, aquí no nos dejan ni sepultar nuestros muertos”, alegó un anciano.
Pero mientras unos huían de los sujetos armados, otros le avisan a los dolientes que debían irse de ahí.
Y entonces corrió la versión que los hombres armados estaban, cementerio abajo, porque querían llevarse también a otro joven que asistió al entierro.
Otra persona profundizó el aviso: los mareros comenzaron a caminar hacia el sitio donde acaban de sepultar al niño David.
Entonces se extiendió el horror: “¡nos van a matar a todos!”, gritó una mujer. Y pidió que alguien llamara a la policía.
Esa misión la cumplimos varios. Sacamos nuestros teléfonos y comenzamos a llamar a los puestos policiales más cercanos.
En los puestos policiales de San Pedro Perulapán y Santa Cruz Michapa, así como en la delegación de Cuscatlán, se nos dijo que las patrullas pronto llegarían. Nos pidieron que tratáramos de calmar a la gente.
Pasaron veinte minutos que se me hicieron eternos. Alguna gente se refugió en una tienda. Otros repetían que los mareros estaban cerca dispuestos a acabar con cualquiera si no entregan al joven que querían. Unos dicen que contaron a los mareros armados. Dicen que eran diez.
Pensé, en esos momentos, que la situación del país es tan grave que hasta los entierros tendrá que proteger la policía. Así de mal está el país.
Después recordé que durante la Semana Santa pasada, ene se mismo municipio, otros pandilleros atacaron la procesión de un Vía Crucis a balazos. Casi junto al sacerdote mataron a otro joven.
Eso me hacía creer que los mareros no respetarían ni siquiera el recuerdo de David.
El pastor hizo otro negro anuncio: “Estamos rodeados. No nos queda más que salir caminando en fila india y rogarle a Dios que nos acompañe”.
Y entonces comenzamos a caminar despacio, sin ruido, por una vereda, encomendando nuestras almas a Dios. La verdad es que hasta el pastor le temblaban las manos.

Otro anuncio

Familiares y amigos se disponen a huir. Foto D1. Salvador Sagastizado.


Pero tan pronto como empezamos a caminar, tres mujeres llegaron, junto a un joven, que, sin tragar saliva, espetó: “a mí es a quien quieren matar”.
Poco antes, los mareros le dijeron que con él querían hablar y que debía separarse. Al hombre lo abrazaron las mujeres con las que llegó y así escapó de la muerte. Bueno, al menos eso creo yo, dos días después.
Segundos después, al joven le colocaron una toalla en la cara, para que los mareros no lo identificaran entre la multitud.
Al parecer, el pecado de ese joven es que, hace algún tiempo, convivió con la mujer de un pandillero, quien por ese motivo ahora se quiere deshacer de él.
Pasa el tiempo. Poco a poco la gente se dispersa. Y tan rápido como podamos, cada uno de nosotros se sube al bus. Otros se encaraman en los pik ups.
El autobús arranca. Las mujeres gritan que cierren las puertas. No hay una sola alma que no esté atemorizada.
Unos kilómetros más adelante aparece, de pronto, una radiopatrulla. Transportaba a soldados y policías. Aseguran que llegaron tarde porque se les pinchó una llanta del vehículo.
Y entonces, mientras recuperaba la respiración, recordé que David le decía a su abuela: “usted va a llegar a los noventa años, yo no paso de este año”. Parecía que el niño tenía una premonición.
Ese niño fue privado de su libertad el viernes 11 de julio. Sus verdugos lo torturaron. La policía cree que una decena de pandilleros estuvieron detrás del crimen. ¿Por qué lo mataron? Es probable que David fue testigo de alguna conducta inapropiada de ellos.
El día que David desapareció, salió de su escuela y pasó a comprar tortillas para su abuela. Todos los días lo hacía. Pero, ese día desapareció y nadie lo volvió a ver con vida.
El resto lo sabemos todos: al niño lo acuchillaron. Lo partieron en pedazos. Lo arrastraron. La carita mostraba las huellas de cómo lo arrastraron por el suelo.
Pocos saben por qué murió David. Pero nada, absolutamente nada, justifica esa muerte. Menos se puede justificar que la violencia sea tan enceguecida en nuestro país.

Una de las patrullas que intentó auxiliar a los familiares y amigos de David. No alcanzó a llegar porque se pinchó una llanta del pick up. Foto D1. Salvador Sagastizado.

Antes de ser sepultado. Foto D1. Salvador Sagastizado.

viernes, 11 de julio de 2014

"JUDAS", EL NUEVO GOBERNADOR DE SAN VICENTE







El presidente Sánchez Cerén ha juramentado a Arcenio Olmes Carrillo Abarca, mejor conocido como "Judas", como nuevo gobernador departamental de San Vicente. Y confirmó en el cargo de vicegobernador a Ricardo Enrique Martínez Álvarez, conocido en San Vicente como "Micheleti".

Desde el año 2009, "Judas" había añorado en modo claro el cargo que ahora se le ha otorgado. En tiempos del presidente Mauricio Funes, la gobernación de San Vicente quedó vacante ante la renuncia de Manuel de Jesús Castellanos, que no era simpatizante del Frente. Entonces los militantes del FMLN pidieron se le otorgara el puesto al recién nombrado gobernador.

En ese entonces, no se nombró a "Judas", sino a Oscar Ponce, conocido como "el Chino", originario de San Cayetano Iztepeque, municipio del que había sido alcalde. Por su parte, "Judas", al dejar la alcaldía de San Esteban Catarina, pasó a ser diputado suplente de Carlos Cortez. Ahora que el FMLN está en la presidencia, puede ver realizado su sueño de ser gobernador.

En su cuenta de facebook, con nombre "Judas Carrillo", en la parte de la biografía donde se coloca cuáles son sus estudios, escribe "Ha estudiado en Univercidad de la Vida", escribiendo la palabra "Universidad", con la letra "c", con lo cual confirma que efectivamente ha estudiado poco.

Ricardo Enrique Martínez Álvarez ("Micheleti")

En cambio, "Micheleti" entró a ser vicegobernador en la transición en que Oscar Ponce renunció a la gobernación y quedó en su puesto el ingeniero Luis Merino, que fue candidato a alcalde de San Vicente por el FMLN. Merino solicitó a "Micheleti" como vicegobernador. De modo que éste ha sido confirmado en su cargo.

En su cuenta de facebook, "Micheleti" aparece con estudios de licenciatura en ciencias jurídicas por la Universidad Panamericana.

La ortodoxia está en el poder, aunque el perfil del candidato a gobernador sea bajo, pero últimamente la condición para acceder  a esos cargos es ser ex-combatiente . Así las cosas.

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Un canto a la vida.

DATOS SOBRE EL SITIO ARQUEOLÓGICO DE TEHUACÁN