BOLETÍN DE PRENSA
TUTELA LEGAL DEL
ARZOBISPADO DE SAN SALVADOR
CONCERTACIÓN MONS.
ROMERO
DEMANDA DE JUSTICIA Y
EL FIN DE LA IMPUNIDAD POR
LA MASACRE DE EL MOZOTE
Y EL MAGNICIDIO DE
MONS. ROMERO
Tutela Legal
del Arzobispado de San Salvador
y la Concertación
Mons. Romero, en
el marco del
64º Aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos,
denuncia al Estado Salvadoreño por la denegación de justicia y fomentar la impunidad
en el país ante las graves violaciones a los derechos humanos que se han
perpetrado desde los inicios del conflicto armado. Particularmente evidenciamos
y deploramos enérgicamente que los tres órganos del Estado y el Ministerio
Público no han cumplido de manera adecuada y total las recomendaciones de la
Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) en relación el asesinato
de Mons. Oscar Arnulfo Romero y a la Masacre El Mozote.
En
el primer caso, el 24 de marzo de 1980, agentes del gobierno salvadoreño,
actuando como escuadrones de la muerte,
asesinaron a Mons.
Oscar Arnulfo Romero,
Arzobispo de San
Salvador, mientras celebraba
la Eucaristía, en el Hospital la Divina Providencia.
En
el segundo, los días 11-13 de diciembre de 1981, el batallón Atlacatl de la
Fuerza Armada de El Salvador, con la participación de unidades de la Tercera
Brigada de Infantería de San Miguel y del Centro de Instrucción de Comandos de
San Francisco Gotera, masacró a más de 1000 campesinos en El Mozote, La Joya,
Los Toriles, La Ranchería, Cerro Pando y Jocote Amarillo del departamento de
Morazán. Esta "Masacre de El Mozote" ha sido considerada como la más
grave violación a los derechos humanos durante la guerra, tanto por su número y
condición de las víctimas, así como la atrocidad con que actuaron los autores
materiales e intelectuales.
Reconocemos
que en relación al magnicidio
de Mons. Romero, el Presidente de
la República aceptó
la competencia de la CIDH y lo vinculante de sus resoluciones, realizó
un acto de petición de perdón que adolece de serios defectos de forma y
contenido (el 24 de marzo de 2010), ha anunciado el proyecto de construcción de
un memorial en honor a Mons. Romero (aunque la obra de reparación establecida
es en realidad una Plaza en donde
se conmemore el
aniversario de su
martirio). Las obras
de reparación deben
ser ocho, para
dar cumplimiento a la obligación de reparación. Las otras dos
recomendaciones referentes a investigar, juzgar y sancionar a los autores materiales
e intelectuales del crimen, así como a dejar sin efecto la Ley de amnistía general (20
de marzo de
1993) y adecuar
la legislación interna
a la Convención
Americana, siguen
completamente
desatendidas por los órganos de Estado correspondientes. Básicamente, la
actitud general del Estado, desde el año 2000 en que fue emitida la resolución
en su contra, ha sido la de perpetuar la impunidad.
Referente
a la Masacre de el Mozote y lugares aledaños, Tutela Legal del Arzobispado de
San Salvador demandó al Estado como responsable del crimen y la impunidad
implementada ante el mismo, el 30 de octubre de 1990. La CIDH aceptó el caso e
emitió la resolución respectiva el 3 de noviembre de 2010, la cual condena al
Estado salvadoreño por violar los derechos tutelados por la Convención
Americana: a la vida, la integridad personal, la libertad personal, la vida
privada y familiar, los derechos del niño, la propiedad privada, la libertad de
circulación y residencia, las garantías judiciales y la protección judicial.
El
8 de marzo de 2011, la CIDH somete el caso a la jurisdicción de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos (Corte, Tribunal), la cual emite su
sentencia condenatoria al Estado el 25 de octubre de 2012, haciéndola pública
el 10 de diciembre de 2012.La Corte da por buena la petición de perdón que
realizó el Presidente de la República, en el Mozote, el 12 de enero de 2012,
con ocasión del 20º aniversario de la firma de los Acuerdos de Paz. Reconoce
asimismo la validez de impulsar algunas medidas de reparación, en diálogo
constante con las víctimas y sus representantes, bajo los criterios
establecidos por la misma entidad de justicia internacional. Ordena al Estado
la realización de 12 medidas de reparación, que se refieren a: registro de
víctimas y familiares de víctimas, hacer justicia (identificar, juzgar y
sancionar a los responsables y funcionarios promotores de la impunidad),
asegurar que la Ley de amnistía no impida la justicia, completar las
exhumaciones, posibilitar el regreso de los desplazados, implementar programas
de: vivienda, salud permanente (física, psíquica y psicosocial), publicar la
sentencia, realizar un audiovisual documental sobre la masacre, curso sobre
derechos humanos para la fuerza armada, indemnizar por daños materiales e
inmateriales, reintegrar costas y gastos.
Nos
alegramos por la determinación de la Corte para exigir al Estado salvadoreño
verdad, justicia y reparación por este execrable crimen contra la humanidad.
Por su rol de supervisión para verificar el total cumplimiento de la sentencia.
Como
personas y organizaciones promotoras de los derechos humanos, comprometidas con
la verificación del cumplimiento estatal de las obligaciones por sus
responsabilidades en los crímenes señalados:
Demandamos
del Estado Salvadoreño:
•
Adecuado y pleno cumplimiento de las tres recomendaciones de la CIDH por el
asesinato de Mons. Romero, y de la sentencia de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos por la Masacre de El Mozote y lugares aledaños.
•
No revictimizar a los ejecutados, sus familiares y todos los afectados por las
graves violaciones a los derechos humanos que se han cometido en el país, al
negar la verdad, justicia y reparación.
•
Poner fin a la impunidad que sigue enlutando y haciendo sufrir a los pobres,
indefensos y excluidos en nuestra sociedad, comenzando por dejar sin efecto la
Ley de Amnistía General de 1993 o adecuarla a la Convención Americana.
•
Asumir la tarea específica y común de todos los órganos de Estado y el
Ministerio Público para cumplir con las responsabilidades emanadas de las
resoluciones de los organismos internacionales de justicia.
•
Ser consecuente con el espíritu y letra de los Acuerdos de Paz, a la luz de la
vida, sangre y muerte de las víctimas de los atropellos a los derechos humanos,
así como del derecho nacional e internacional.
•
Diálogo y consenso
permanente con las
víctimas, sus representantes y las organizaciones de la sociedad civil
comprometidas en que
el Estado cumpla
las resoluciones de los organismos internacionales de justicia.
•
Establecer conjuntamente, Estado,
víctimas, representantes y
organizaciones, los mecanismos
de diálogo, consenso y verificación de los procesos de cumplimiento de
verdad, justicia y reparación, según los casos.
•
Promover sinceramente el respeto, la dignificación y la memoria histórica de
las víctimas de las graves violaciones
a los derechos
humanos, alejados de
la mención y uso
coyuntural, oportunista y demagógico.
•
Particularmente urgimos al Fiscal General de la República para que actúe ex officio para investigar, juzgar y
sancionar a los responsables y cómplices por el crimen contra Mons. Romero y la
Masacre de El Mozote y lugares circunvecinos.
San
Salvador, 11 de diciembre de 2012.
3 comentarios:
Excelente el blog y en especial esta entrada.
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