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No hace muchos días en El Salvador se armó el debate sobre la posibilidad de los matrimonios entre personas del mismo sexo. En México recién se han casado las primeras cinco parejas gay. México no dista mucho de El Salvador. ¿Qué vendrá después? ¿Las adopciones de hijos en el seno de parejas gay? Bueno, se trata de temas que tocan la sensibilidad de toda una nación e implican los derechos de las minorías. Por lo que se ve el debate va para largo.
A continuación reproducimos el comunicado de prensa de la Arquidiócesis de México condenando el hecho.
Pbro. Hugo Valdemar Romero
Uniones gay, simulación lamentable
La sociedad está siendo testigo, una vez más, del embate contra la familia y los valores cristianos encabezado por el Sr. Marcelo Ebrard, Jefe del Gobierno del Distrito Federal, y la Asamblea Legislativa capitalina, quienes aprobaron una ley perversa e inmoral que pretende equiparar el matrimonio entre un hombre y una mujer con la unión de parejas del mismo sexo.
Tal pretensión legaloide es una burla a la familia, un afán por destruir los valores y la moral, una obediencia a dictados internacionales que ofenden a los mexicanos, quienes tenemos una gran consideración y aprecio por la institución familiar.
Al igual que la aprobación de la ley criminal del aborto -que ya cobró decenas de miles de vidas en nuestra ciudad- de esta reforma al Código Civil podemos afirmar que podrá ser legal, pero nunca moral, y en este sentido, no pueden estar bien con la Iglesia Católica quienes promueven, apoyan, ejecutan o se someten a estas leyes inmorales. Los médicos, enfermeras o jueces, si se consideran cristianos, tienen el deber de hacer uso de su objeción de conciencia con la finalidad de no convertirse en cómplices de estas acciones inicuas que arrastrarán a nuestra sociedad a la degradación y a la ruina.
Queda en claro que el Sr. Marcelo Ebrard es el responsable de la aprobación y ejecución de estas leyes destructivas de la familia, y no disimula su aversión a las Iglesias y a la mayoría de los habitantes que gobierna, que profesan la fe cristiana y que rechazan la perversión de sus valores más respetables y queridos, como es el caso de la familia.
Así mismo, es evidente el autoritarismo del Jefe de Gobierno, quien burlándose de la sociedad que gobierna, hizo caso omiso a las encuestas en las que quedó claro que más del 70 por ciento de la población rechaza las adopciones por parejas del mismo sexo.
Hoy, el Sr. Ebrard ha vulnerado el derecho de los niños a tener un padre y una madre, y los entregará como objetos, no como personas, a estas parejas, con los graves riesgos morales y psicológicos que traerá esta arbitraria, injusta e irresponsable medida.
Esperamos que la Suprema Corte de Justicia de la Nación defienda el derecho superior de los niños y eche abajo esta ley perversa, y que las siguientes legislaturas capitalinas deroguen el cúmulo de leyes que están destruyendo a las familias mexicanas, y que han sido aprobadas y ratificadas en la gestión del Sr. Marcelo Ebrard, quien como dice San Pablo, se enorgullece de lo que debería avergonzarse.
La sociedad está siendo testigo, una vez más, del embate contra la familia y los valores cristianos encabezado por el Sr. Marcelo Ebrard, Jefe del Gobierno del Distrito Federal, y la Asamblea Legislativa capitalina, quienes aprobaron una ley perversa e inmoral que pretende equiparar el matrimonio entre un hombre y una mujer con la unión de parejas del mismo sexo.
Tal pretensión legaloide es una burla a la familia, un afán por destruir los valores y la moral, una obediencia a dictados internacionales que ofenden a los mexicanos, quienes tenemos una gran consideración y aprecio por la institución familiar.
Al igual que la aprobación de la ley criminal del aborto -que ya cobró decenas de miles de vidas en nuestra ciudad- de esta reforma al Código Civil podemos afirmar que podrá ser legal, pero nunca moral, y en este sentido, no pueden estar bien con la Iglesia Católica quienes promueven, apoyan, ejecutan o se someten a estas leyes inmorales. Los médicos, enfermeras o jueces, si se consideran cristianos, tienen el deber de hacer uso de su objeción de conciencia con la finalidad de no convertirse en cómplices de estas acciones inicuas que arrastrarán a nuestra sociedad a la degradación y a la ruina.
Queda en claro que el Sr. Marcelo Ebrard es el responsable de la aprobación y ejecución de estas leyes destructivas de la familia, y no disimula su aversión a las Iglesias y a la mayoría de los habitantes que gobierna, que profesan la fe cristiana y que rechazan la perversión de sus valores más respetables y queridos, como es el caso de la familia.
Así mismo, es evidente el autoritarismo del Jefe de Gobierno, quien burlándose de la sociedad que gobierna, hizo caso omiso a las encuestas en las que quedó claro que más del 70 por ciento de la población rechaza las adopciones por parejas del mismo sexo.
Hoy, el Sr. Ebrard ha vulnerado el derecho de los niños a tener un padre y una madre, y los entregará como objetos, no como personas, a estas parejas, con los graves riesgos morales y psicológicos que traerá esta arbitraria, injusta e irresponsable medida.
Esperamos que la Suprema Corte de Justicia de la Nación defienda el derecho superior de los niños y eche abajo esta ley perversa, y que las siguientes legislaturas capitalinas deroguen el cúmulo de leyes que están destruyendo a las familias mexicanas, y que han sido aprobadas y ratificadas en la gestión del Sr. Marcelo Ebrard, quien como dice San Pablo, se enorgullece de lo que debería avergonzarse.
1 comentario:
Homofobico por lo que veo...lamentablemente esta sociedad se ha visto mas afectada por el machismo que por la homosexualidad, en lo personal puedo decirte que una Familia y desarrollo de un niño bajo el techo de una pareja Gay se vera favorecido si la Unión de esta pareja es cn amor y no por compromiso u obligación que Comúnmente es el 68% de los matrimonios heterosexuales que no cabe duda Hay mas violencia y abuso..Piénsalo y te daras cuenta esta sociedad esta por los suelos mas que por la iglesia y los gay...por la pesima idea de que El hombre es mejor que la mujer o que solamente una familia es entreo hombre y mujer...
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