Cuando la derecha política salvadoreña habla de "gente de trabajo", esa afirmación es tan cierta en ellos como decir "gente sobria". Porque si de trabajo se trata, eso es mentira. ¿Y cómo se comprueba? Bueno, porque las vallas que promocionan al Partido de los Trabajadores -ji, ji, ji- a la entrada de San Vicente, están iluminadas con las lámparas del tendido público, que nosotros pagamos con nuestros impuestos. No sólo nos roban el dinero, sino que además se ríen en nuestra cara. "Gente de trabajo" ¡Cómo no¡... ¡ANTROPÓFAGOS¡
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