La UCA, después de
ser testigo presencial del proceso electoral, de conocer los planteamientos del
partido ARENA, de analizar la legislación vigente en materia electoral y seguir
con atención la actuación del Tribunal Supremo Electoral (TSE), y después de escuchar
y valorar los informes de las diversas misiones nacionales e internacionales de
observación electoral, se pronuncia en los siguientes términos.
1. Vemos con honda
preocupación la actuación de la dirigencia del partido ARENA, que de una manera
irresponsable y temeraria ha adoptado un discurso y una actitud confrontativos.
Un discurso que ha irrespetado el rol legítimo de la Fuerza Armada y que es contrario
al espíritu de los Acuerdos de Paz; una actitud que atenta contra la
estabilidad y la institucionalidad del país.
2. No se puede acatar la
ley solo cuando favorece y desconocerla cuando no. Rechazamos la posición de la
dirigencia del partido ARENA de desconocer la institucionalidad y cuestionar la
transparencia del proceso electoral. El artículo 209, inciso 2, de la
Constitución reconoce el derecho de los partidos a vigilar todo el proceso
electoral. Y en esa línea, al igual que el FMLN, ARENA ha tenido representantes
en todas las instancias de vigilancia que estipula la ley; instancias desde las
cuales se puede verificar la transparencia del proceso en su conjunto. Al
cuestionar la transparencia del proceso electoral, la dirigencia está negando
la labor de su propia militancia, irrespetando la voluntad popular y poniéndose
al margen de la institucionalidad del país.
3. La Fiscalía General
de la República realiza una función de verificación del proceso electoral. Al
igual que los partidos participantes, recibe una copia del acta de cierre y
escrutinio que levanta cada una de las Juntas Receptoras de Votos, que le sirve
para verificar la integridad del acta original durante el escrutinio final. El
artículo 215, inciso 3, del Código Electoral consigna que si un partido
político alega que el acta original ha sido alterada o difiere con su copia, se
procede a confrontarla con la de los otros partidos, primero, y después con las
copias de la Junta Electoral Departamental o de la Junta Electoral Municipal,
y, a falta de estas, con las de la Fiscalía. Es decir, nuestra legislación
electoral reconoce que la Fiscalía puede contribuir a verificar la
transparencia de las elecciones cuando las otras dos instancias integradas por
los mismos partidos no puedan hacerlo. Recurrir a la última instancia
directamente cuando no se han agotado los procedimientos e instancias previas,
tal como lo establece la ley, no contribuye al fortalecimiento de nuestra
institucionalidad.
4. Prácticamente todas
las misiones de observación, internacionales y nacionales, han descartado la
posibilidad de un fraude electoral y han calificado el proceso y el sistema
empleado como transparente, confiable y seguro. En ese sentido, el trabajo del
Tribunal Supremo Electoral, y el de los miembros de los organismos electorales
temporales, ha sido ejemplar, superando incluso algunos señalamientos hechos en
la primera vuelta.
5. Respaldamos la
decisión del TSE de asegurar el principio de seguridad jurídica. Si bien el
artículo 18 de la Constitución reconoce un derecho genérico de petición a todo
ciudadano, las solicitudes planteadas a las instituciones públicas deben estar
dentro del marco de la legalidad. En un Estado democrático de derecho, los
conceptos de ética y racionalidad que inciden en el funcionamiento de las
instituciones públicas habrán de estar en sintonía con la ley. No se le puede
pedir al Tribunal que actúe fuera de los supuestos contemplados en la ley, pues
se transgrediría el principio de legalidad. Y no hay que perder de vista que
las normas que hoy se pide ignorar fueron creadas, avaladas y aprobadas por los
mismos demandantes.
6. La conducta de la
dirigencia de ARENA pone en riesgo la gobernabilidad democrática de El Salvador
y está creando las condiciones para una espiral de violencia al privilegiar la
exaltación y el entrampamiento por sobre los mecanismos institucionales
establecidos en la ley. El Salvador no es Venezuela ni por la historia, ni por
la actual situación socioeconómica, ni por el estado de la libertad de
expresión. Pretender generar una situación similar valiéndose de una
deformación mediática de la realidad, intentando provocar a las autoridades
policiales para que actúen en su contra, es un riesgo que el país no merece
cuando hay caminos establecidos para resolver las diferencias.
Por todo esto,
hacemos un urgente llamado:
1. Al partido ARENA, a
que respete la institucionalidad y los procedimientos establecidos por el
Código Electoral. Invitamos a su dirigencia a presentar pruebas pertinentes,
creíbles y consistentes que sustenten las anomalías que han denunciado,
utilizando los canales establecidos por la ley, así como a respetar los plazos
y etapas de todos los procedimientos electorales abiertos. Además, la
exhortamos a abstenerse de involucrar en esta coyuntura a las instituciones
públicas que administran el orden y la seguridad del Estado. Al FMLN, a que
continúe con la conducta mostrada hasta el momento (ignorar las provocaciones y
actuar con prudencia y en el marco de la legalidad) en espera del escrutinio
final. A ambos partidos, los invitamos a honrar el compromiso de respetar los
resultados electorales, plasmado en el numeral 8 del pacto de entendimiento que
firmaron el 24 de octubre de 2013 ante la Procuraduría para la Defensa de los
Derechos Humanos.
2. A las diversas
organizaciones, gremiales, “tanques de pensamiento” y medios de comunicación, a
que no promuevan o avalen mensajes que contradigan el respeto a la
institucionalidad democrática. Transmitir acríticamente o aceptar silentemente
la actual postura y las actividades de la dirigencia de ARENA es una manera de
contribuir a un ambiente de inestabilidad y de irrespeto a la
institucionalidad, esa misma que dicen defender.
3. Al Tribunal Supremo
Electoral, a que siga aplicando la normativa electoral, a fin de respetar y
transparentar oportunamente la voluntad del pueblo salvadoreño expresada en las
urnas. Y a que continúe actuando con plena transparencia para evitar cualquier
duda sobre el resultado final de esta elección presidencial.
4. A la ciudadanía y a
los actores políticos y sociales, a estar en calma y a mantener una actitud
conciliadora ante los resultados de este proceso. Es imperativo mantener el
Estado de derecho y el orden público, en una cultura de paz, desistiendo del
uso de la violencia.
Finalmente, queremos
expresar nuestro reconocimiento al pueblo salvadoreño, que concurrió masiva y
pacíficamente a las urnas en las pasadas elecciones, mostrando una vez más su
sentido y vocación democrática y de paz. Lo instamos a mantener este mismo
espíritu, a confiar que la institucionalidad electoral respetará su voluntad.
San Salvador, 12 de marzo de 2014
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