jueves, 27 de agosto de 2009

ENTREVISTA CON EL SACERDOTE LUIS QUINTANILLA


REDACCIÓN TEHUACÁN

El sacerdote Luis Quintanilla desde hace varios años ha sufrido amenazas de muerte, pero la opinión pública lo ha sabido sólo hasta que los periodistas de radio Victoria, de la ciudad del mismo nombre eN Cabañas, han denunciado el hecho, ya que también ellos están en peligro de ser asesinados. Todos sabemos que en el departamento de Cabañas ha reinado siempre en modo invicto el PCN y ARENA, para esas fuerzas oscuras es inaudito que un grupito de periodistas de una radio "comunista" les diga sus verdades y menos un cura "barbudo". Pero el punto es que si en ese departamento no se respeta el derecho a disentir y a defender los recursos humanos, entonces la caida de ARENA y la decadencia del PCN no son hechos casuales. Ellos han hecho lo que han querido, esa afirmación incluye el asesinato y la tortura, de modo que Cabañas no es sólo un departamento, sino el SÍMBOLO de aquello que hay que superar lo antes posible: la violencia gratuita de los mafiosos de turno y la evidente omisión de la jerarquía católica.

TH: Hemos sabido que Ud. ha sufrido un atentado contra su integridad física, ¿cuándo y dónde sucedió ese atentado?

QUINTANILLA: La cuestión de los atentados ha sido la coronación de diversas amenazas y persecución que he venido sufriendo desde el 2002.
En el 2007 recibí amenazas de muerte en mi teléfono móvil donde me decían “te vamos a quemar vivo con todo y carro”, de esas amenazas puse denuncia ante la fiscalía de Sensuntepeque. En mayo de este año un carro me persiguió por la carretera panamericana a la altura del Municipio de El Carmen y San Rafael Cedros, ahí solo se puso a la par el vehículo y me tomaron fotografías. El lunes 13 de julio yendo de Victoria hacia Sensuntepeque un carro se me atravesó en la carretera yo me detuve creyendo que estaba maniobrando para retrocede, pero del lado del conductor se bajo un sujeto encapuchado con arma larga, entonces yo aceleré y pasé rozando mi carro al cerco, pero escape por la parte trasera del vehículo atravesado. Pero el lunes 27 nuevamente yendo de Victoria a Sensuntepeque faltando poco para llegar a Sensuntepeque un pickup me sobrepasó y se me atravesó por delante, yo frené, y se me apagó el carro, por los nervios no pude ponerlo en marcha de nuevo. Del carro se bajaron tres tipos con armas largas, encapuchados, vestidos de negro, dos de ellos llegaron hasta mi puerta me sacaron halándome de la camisa, me decían “apagá las luces”; yo las apagué, saqué la llave y con el codo cerré la puerta. Me llevaron hasta la cama del pickup de ellos, uno a cada lado; otro sujeto se quedó delante de mi carro y otro manejaba porque retrocedió un poco. El que estaba a mi izquierda decía “démole aquí”, el otro le preguntaba “¿Qué no lo vamos a llevar, pues?, en eso se activó la alarma de mi carro y el que estaba a mi izquierda dio un paso hacia el carro, el otro volvió a ver ahí mismo y fue el momento que aproveche para tirarme al monte, no contaba con que había ahí una alcantaría de las aguas lluvias como de dos metros, me golpie la rodilla derecha, tres dedos del pie, y así corrí por una zacatera; andaba camisa blanca y temiendo me fueran persiguiendo, me quité la camisa y la camiseta y en mi gorra envolví el celular, ahí perdí la llave del carro, y cuando había corrido como dos cuadras me detuve y me acosté en medio del zacate desde ahí hice unas llamadas y como a los 45 minutos llegaron amigos, la policía y comandos de salvamento y pude salir de ese lugar.

TH: Una pregunta obligada ¿quién quiere matarle y por qué?
QUINTANILLA: Eso esta difícil de contestar. Yo no tengo enemigos, al menos de mi parte, ahora bien, que algunos me consideren su enemigos eso es problema de otros y yo me lo he ganado de gratis. Desde el 2002 algunos miembros de la jerarquía de la iglesia católica romana se ha encargado de crear un ambiente hostil en mi contra; incluso tengo documentos donde el obispo dice textualmente “no piense que va a vivir mucho tiempo”. Lo único que yo he hecho es resistir y mantenerme fiel al ministerio que Dios me ha encomendado y al compromiso que tenemos con nuestro pueblo.
Como cristiano, como salvadoreño y como ser humano estamos comprometidos con la verdad, con la justicia, con la paz y aquellos que no quieren trabajar por el bien que solo miran sus propios intereses mezquinos sienten que ahora hay un pueblo que está despertando, que no se deja manipular fácilmente y nos consideran a nosotros como los causantes de ese despertar; en los anónimos nos dicen que “dejemos de alborotar al pueblo” y quiénes son los que no quieren que el pueblo avive: los políticos, los de la empresa Pacific Rim y la Jerarquía de la Iglesia Católica Romana.

TH: Cabañas es un bastión de la derecha salvadoreña, de hecho en ese departamento el FMLN no ha ganado una sola alcaldía en las últimas elecciones. Pero lo contradictorio es que en ese departamento se nota poco desarrollo cultural y socio-económico; la calle de acceso de Ilobasco hasta Sensuntepeque parece un camino rural por la cantidad de baches. En fin, ¿cómo se explica que la gente siga votando por la derecha, si es evidente la degradación social?

QUINTANILLA: Eso es una cuestión histórica, la población de Cabañas ha sido educada en una mentalidad de conformismo y resignación, influencia de una evangelización adormecedora, a mi me dijeron que no explicara muchas cosas a la gente que para eso existía un octavo sacramento que era la ignorancia. Cuando sabemos que la ignorancia es la peor injusticia a la que no deben vivir sometidos los pueblos. Pero quiero decirle que las cosas están cambiando en Cabañas.
El hecho del poco desarrollo socio-económico se debe al desinterés de los políticos que solo miran al pueblo como trampolín para llegar al poder, el pueblo es usado como masa; en Santa Marta me dijo un día una anciana “yo quisiera que hubieran elecciones cada 6 meses o por lo menos cada año, porque solo para las campañas nos arreglan la calle”. Ciro Cruz Zepeda estuvo de diputado por Cabañas y no se aparecía, sino para las campañas y después se enojó porque ya no lo apoyaron.

TH: Usted es un sacerdote, pero nos extrañó que ningún obispo dijera nada en defensa suya, bueno, tampoco es que digan mucho sobre la situación de violencia que está viviendo el país. Es decir, dirán cosas en sus diócesis, pero como Conferencia Episcopal parecen dormir el "sueño eterno", ¿qué nos dice de ese comportamiento?

QUINTANILLA: Los pobrecitos no saben ni dónde están parados, viven como en otro mundo, no les gusta tocar los temas de la tierra porque dicen que es meterse en política, pero el dinero de los políticos bien que lo agarran, acusan desconocer del tema.
En mi caso aducen que no soy de la diócesis (de San Vicente), que no soy católico, y hasta que no soy sacerdote; solo falta que digan que no soy humano. Ante la ola de violencia, ante el grave problema de las extorciones, de la persecución a los líderes sociales, las amenazas de muerte a periodistas y atentados a varios líderes, los pastores ha guardado silencio; sabemos que los políticos los compran, se han dado casos que han cambiado a los párrocos solo para dar gusto a algún alcalde; además, la empres minera también les ha dado dinero. A ellos se les atribuye aquel versículo del profeta Isaías en el capítulo 56 y versículo 10: ¡Esos cuidadores están todos ciegos, no saben nada! Son todos como perros mudos, que no pueden ladrar. Tendidos en sus lechos, no hacen más que dormir y soñar.

TH: ¿Qué recomienda a nuestros lectores para apoyar la resistencia contra la explotación salvaje de nuestros recursos naturales y para combatir la violencia que suele acompañar ese salvajismo?

QUINTANILLA: No podemos quedarnos indiferentes a lo que pasa a nuestro alrededor; aquí la cuestión no es de derechas y de izquierdas, aquí la cuestión es de sensibilidad humana, los afectados son hermanos y hermanas nuestros. Como iglesia hemos tomado una opción de acompañar a nuestro pueblo en sus justas demandas. Que cuando el alcalde pone la luz, o pone el agua, o arregla la calle en una comunidad no le está haciendo un favor al pueblo, es un derecho que las comunidades tienen.
Debemos seguir trabajando por llevar una educación liberadora que haga tomar conciencia tanto al niño, al joven como al anciano. Y como Iglesia debemos hacer realidad el signo de la cruz; la relación de nosotros con Dios (el madero vertical) y la relación con los hermanos (el madero horizontal). Con nuestras manos clamando al cielo pero con nuestro pies bien puestos en la tierra.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Y este "señor" Luis Quintanilla, ¿qué es ahora? pues lo he visto autotitulándose Obispo de la Iglesia Católica Apostólica "Salvadoreña"...
Hizo bien en salirse y formar su secta.

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